El Dogo del Tíbet, un león canino
Majestuoso, imponente, de apariencia seria y solemne. Hablamos del Dogo del Tíbet una raza de perro que por su tamaño recuerda más a un león que a un perro.
Sin embargo, su carácter tranquilo, familiar y guardián hacen de él un perfecto compañero de viaje para el ser humano. Hoy en Mónica Gómez vemos las características más comunes de esta raza de perro.
Raza madre de los mastines europeos. Su genética parte parte del Komondor húngaro, del San Bernardo suizo, del mastín inglés, del dogo alemán y del perro de los Pirineos.Su origen se remonta a los pastores nómadas del Himalaya y monjes tibetanos donde ellos aguardaban sus monasterios y reunían rebaños. Habitualmente su peso oscila entre los 60 y 70kg.
Impone respeto pero es leal a su familia. Hoy es una raza doméstica, que a pesar de su gran tamaño y fuerte carácter, es protectora y afectuosa. Aunque tiene la capacidad de amoldarse a diferentes ambientes, hay que educarlo desde pequeño para adiestrar su fuerte temperamiento y criarlo en un entorno acogedor donde se socialice.
Es importante que aprenda a obeceder desde cachorro para que no desarrolle problemas de comportamiento.
En cuanto a cuidados específicos y mantenimiento estético, debido a su gran tamaño, el Dogo del Tíbet necesita espacio para correr, hacer ejercicio y vivir en un sitio amplio: sentirse libre. Por lo que no hay que descuidar los paseos diarios, jugar con ellos etc.
Se recomienda cepillarlo a diario o al menos dos o tres veces por semana, debido a su intenso pelaje. Por otro lado, se debe bañar cada seis u ocho semanas y llevarlo al peluquero para cortarle el pelo y las uñas.
Una raza de lujo. Según la raza y el pedigree, el valor de un perro puede dispararse. Tanto es así que en 2011 el Mastín Tibetano consiguió ser el perro más caro del mundo al ser comprado por $1,5 millones de dólares USD en China. Desde entonces, hablar de esta raza es sinónimo de alta élite. Digamos que es lo mismo que tener un Rolex de oro y diamentes o que un coche de alta gama. Se han convertido en animales de compañía muy exclusivos y limitados a una clase social.
