Agility, pruebas caninas de agilidad

Fue en el año 1977 cuando esta disciplina, inspirada en concursos hípicos de salto, empezó a dar su fruto en el Reino Unido. Se trata de unas pruebas caninas en las que los perros deben superar diversos obstáculos según un orden específico y conducidos por sus guías.

No son carreras de velocidad sino una competición donde se pone a prueba su inteligencia, obediencia, concentración, habilidad y destreza.

El can no puede llevar collar o correa y el guía tampoco nada en sus manos durante el recorrido aunque sí puede darle todo tipo de órdenes verbales y señales acústicas, siempre y cuando no toque al perro o los obstáculos.

REQUISITOS

Los requisitos que permiten competir en estas pruebas según la RSCE es:

Ser miembro en alguno de los clubes colaboradores

La edad del perro debe ser al menos de 18 meses de edad

Superar un test de sociabilidad

Tener licencia actualidad para las categorías de grado II y III

Según la normativa de la RSCE, existen tres categorías de competición, dependiendo del tamaño en altura del perro:

Standard (L): perros con más de 43 cm. de altura a la cruz.
Midi (M): perros para perros entre 35 y 43 cm. a la cruz.
Mini (S): perros con menos de 35 cm. de altura a la cruz.

El objetivo es que el perro realice el menor número de fallos en el menor tiempo posible, un tiempo determinado por el Juez de la Prueba. Los obstáculos son siempre iguales, pero cambian la posición y el recorrido. El fin es evitar la mecanización del perro y valorar la destreza y obediecencia con la que realiza el trayecto.

Se penalizan los derribos de las barras de los saltos, no tocar con las patas zonas de contacto señalizadas, paradas frente al obstáculo, desvíos laterales, abandono y sobrepasarse de tiempo.

Si estás deseando participar o disfrutar de una prueba canina tan reconocida internacionalmente, en Mónica Gómez os dejamos el calendario actual para lo que queda de agosto.