Mucha gente pone excusas de que no tiene tiempo para tener un perro, que no tiene espacio para que el animal sea feliz, o simplemente nunca se lo han planteado.

Un perro nos da muchísimos beneficios que en nada son comparables con la faena que nos pueda dar.

Uno por ejemplo es que los perros nos dan felicidad, algo tan simple pero tan importante. Las personas que tienen un perro tienen menos probabilidades de sufrir depresión. Tener un perro a tu cargo te hace levantarte con ilusión, te hace llevar mejor la rutina y te obliga a mantenerte un poco activo.

Incluso para personas que tienen estados clínicos de depresión, el tener una mascota les puede ayudar a salir de ellos de una manera más efectiva que la medicacón (y sin efectos secundarios). Hay estudios que afirman que tan solo mirando a tu mascota aumnetas tu cantidad de oxitocina, una sustancia que hace que te sientas bien.

También se afirma que las personas que tienen mascotas enferman menos, ya que estamos expuestos a más germenes y nos hacemos más inmunes, más fuertes. Es por ello también que el tener un perro nos hace más resistentes a la alergias. Vivir en un ambiente excesivamente desinfectado (no confundir con limpieza) nos hace más débiles y vulnerables.

Otro beneficio de tener un perro es que “nos obliga” a hacer ejercicio. ¿Cuántas veces nos proponemos hacer ejercicio y luego lo posponemos? Si tenemos una mascota esto no ocurre ya que no tenemos en cuenta la opción de no hacerlo por pereza... Gracias a ellos paseamos todos los días sin que nos cueste esfuerzo (o menos esfuerzo cuando en puro invierno nos cuesta tantísimo salir de casa...).

La vida social de las personas con mascota también mejora. Personas que tienen perro suelen sentirse más vinculadas a otras personas que tienen perros y se sienten más cómodas interactuando con ellos, iniciando una conversación etc.

También es cada vez más evidente que las empresas que permiten llevar el perro al trabajo, los trabajadores son más eficientes. Las mascotas son unas perfectas reguladoras del estrés.