De animal exótico a mascota de compañía

Cuando hablamos de mascotas, lo primero que se nos viene a la cabeza es un perro, un gato, una tortuga, roedores o pájaros como animales de compañía. Sin embargo, por moda, hobby o ignorancia hay quienes prefieren especies exóticas a pesar de las consecuencias que ello supone.
Es entonces cuando cabe preguntarse dónde está la línea roja de qué animales pueden ser mascotas y cuáles no, dónde están los límites legales. En España, existe un catálogo compuesto por más de 202 especies exóticas prohibidas por ser consideradas invasoras.
En él, figuran desde algas hasta reptiles, pasando por otras especies como anfibios, aves o crustáceos. Desde la página web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente —que es el organismo encargado de actualizar el listado— se aclara que una especie invasora es «aquella que se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética». Una definición que establece la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Algunas de las especies que aparecen son:
- Sapo marino o el sapo común asiático propio de climas tropicales y subtropicales
- Codorniz y el ruiseñor japoneses
- Mapache
- Cobra Real
- Camaleones
- Cerdo Vietnamita
Los hurones por ejemplo, en España es legal tenerlos como mascotas, pero ilegal utilizarlos para cazar.
Animales que resultan agresivos, contagian enfermedades y ponen en peligro a especies autóctonas. Asimismo, requieren de ciertos cuidados especiales, tiempo y deben estar en condiciones concretas propias de su hábitat natural. No son aptos para vivir en una casa encerrados,a demás, los privas de la convivencia con sus congéneres, esencial para que aprendan a sobrevivir. Comprando animales exóticos, contribuyes a la caza furtiva y al contrabando
Las protectoras están llenas de perros y gatos deseosos de ser adoptados y recibir cariño. ¿Qué necesidad tiene el ser humano de buscar animales exótiso y sacarlos de su hábital natural? Las modas tienen mucha culpa de ello, y las películas también. Cuando salió en los cines y televisiones la película Rango, las tiendas especializadas vendían más de 50 camaleones al día.
Como consecuencia, estas decisiones irresponsables las acaban sufriendo los propios animales quienes son abandonados en un hábitat que no es el suyo y en el que no podrán sobrevivir. Sin embargo, puede darse el caso contrario, y es que cuando una especie invadora no tiene competencia se adapta al clima y puede propagarse con facillidad dando lugar a una plaga. Por ejemplo, el caso de los cerdos vietnamitas es bastante conocido dado que al ser abandonados se han reproducido al juntarse con jabalíes.