Nos encontramos en la temporada más crítica de esta enfermedad parásita que afecta a tantos perros, la leishmaniosis.

La leishmaniosis es una enfermedad que afecta a los perros a través de la picadura de una especie de mosquito muy pequeño llamado Phlebotomus. Estos mosquitos, al picar a un animal enfermo se infectan y posteriormente se convierten en portadores de la enfermedad, y cuando vuelve a picar a un perro, le puede transmitir la leishmaniosis.

Para que se produzca el contagio de la enfermedad debe haber un parásito que haga de transmisor, un mosquito infectado debe picar al perro. No es posible el contagio de un perro a otro, ni entre otros animales.

En España, más del 15 por ciento de los perros tiene leishmaniosis según unos estudios realizados por Bayer en colaboración con Idexx, aunque en algunas determinadas zonas puede llegar a superar el 50 por ciento de casos.

La probabilidad de que nuestro perro se contagie de leishmaniosis depende de la cantidad de mosquitos infectados que haya en el entorno de nuestra mascota. Ahora en octubre, y también en el pasado mes de septiembre, son dos de los peores meses para la transmisión de esta enfermedad parásita.

Estos mosquitos aumentan su temporada de actividad en los meses que las temperaturas deben de bajar pero todavía sigue haciendo calor, con temperaturas entre los 10ºC y 30ºC, como el mes en el que nos encontramos y el pasado septiembre, y también en los meses de junio y julio. En breves pasaremos este tramo crítico y pasará a ser menor el riego de infección a través de mosquitos de la leishmaniosis.

La enfermedad puede que no se muestre hasta pasados unos meses desde la picadura del mosquito. Los síntomas más frecuentes que pueden aparecer son alopecias en zonas como las orejas, alrededor de los ojos, delgadez, un crecimiento muy rápido de las uñas...

Cuando se detecta a tiempo la enfermedad, los perros pueden ser tratados y seguir teniendo una buena calidad de vida durante muchos, pero si no ocurriera esto y los síntomas pasaran desapercibidos, la infección podría pasar a infectar órganos internos.

La mejor manera de proteger a nuestro perro de la leishmaniosis es la prevención. Estos mosquitos suelen salir desde el crepúsculo hasta el amanecer, por lo que se puede prevenir evitando que el perro permanezca a la intemperie a estas horas. También existen productos repelentes de insectos, insecticidas y hasta vacunas con alto nivel de protección que nos puede recomendar nuestro veterinario.