Por algo dicen que es el mejor amigo del hombre. Precisamente por su fidelidad y amor incondicional a su dueño. Tener un perro en casa tiene muchos beneficios terapéuticos, tanto para adultos, como para los más pequeños de la casa. Para ello, desde cachorros deben estar domesticados y adiestrados para que la experiencia sea positiva para todos.

Según el estudio realizado por la Fundación Affinity, II Análisis Científico del Vínculo entre las personas y los animales de compañía, para uno de cada dos niños (46%) el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional. El papel de la familia es educar a los niños a aprender a cuidar de un animal, a tratarlo con cariño y paciencia, a respetarlo etc.Hay que enseñarles que al igual que los seres humanos, los perros también necesitan alimento, agua y realizar ejercicio, salir a jugar etc.

Los animales,  responsabilidad y el respeto a los demás. Ellos no juzgan, no abandonan, aman incondicionamente a quien le cuida, dan cariño... Ellos son un ejemplo para nosotros. Su cuidado depende de nuestras manos y de nuestra educación. Por ello, hay que enseñarles a los niños los valores que los animales tienen. 

El cuidado permite a los niños a desarrollar destrezas sociales. Por ejemplo, relaciones de confianza en otros, desarrollar la comunicación no verbal, la empatía, la compasión y un comportamiento responsable. Les ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza. Tener su compañía  preserva el equilibrio físico y mental, reduce el estrés y disminuye el índice de depresión en general. También conocen la reproducción, el nacimiento, las enfermedades, la muerte y el duelo. Una experiencia de amor, lealtad y afecto donde el niñ@ experimenta lecciones de la vida.

EL ESTUDIO CONCLUYE

Los niños atribuyen de forma espontánea a los animales los siguientes atributos: apoyo emocional, compañero de actividades y juego, y un ser vivo al que se debe cuidar.