Un estudio recientemente publicado por la Universidad de Helsinki en la revista centífica PLOS One arguye que los perros domésticos son capaces de analizar sistemáticamente las expresiones del rostro en sus relaciones sociales, tanto con humanos como con otros perros.

En el estudio se ha comprobado que los ojos son los principales signos gracias a los cuales logran esta percepción, especialmente en caras de miedo o ante una amenaza. Estos observaban principalmente esta zona y la examinaban durante más tiempo que las zonas de la nariz o de la boca. Aunque, parecen basar su percepción de las expresiones faciales en toda la cara.

Los rostros amenazantes evocaron un sesgo en la atención que los perros prestaban, puede estar basado en un mecanismo de adaptación evolutiva: la sensibilidad para detectar y evitar las amenazas representa una ventaja de supervivencia. Curiosamente, el comportamiento de la visión de los perros dependía cuando se trataban de rostros de seres humanos u otros perros: los rostros de congéneres amenazantes evocaron una mirada más largaque comparada con la de personas. 

"La estrategia de comportamiento tolerante de los perros hacia los seres humanos puede explicar en parte los resultados. La domesticación puede haber equipado a los perros con una sensibilidad para detectar las señales de amenaza de los humanos y responder con señales de apaciguamiento pronunciadas", dice el investigador Sanni Somppi de la Universidad de Helsinki.

Darwin hace 150 años ya apuntó que las expresiones emocionales humanas y animales compartían raíces evolutivas. Esta investigación apoya su teoría siendo pionera en estudiar los patrones de mirada relacionadas con la emoción en seres no primates.

En el estudio participaron 31 perros de 13 razas. Varias semanas antes del experimento, los perros tuvieron que ser entrenados a distancia para permanecer quietos delante de un monitor durante tiempos prolongados sin que fueran obligados a ello.

Fuente: Europa Press