Perros, calor y cuidados ¡Llega el verano!
No es fácil reconocer el mes de junio que estamos viviendo, pero no nos engañemos... El calor y el sol llegarán para quedarse, ¡siempre llegan! Y si nosotros necesitamos tener ciertos cuidados y tomar precauciones para combatir el calor, con nuestros perros no va a ser menos.
Los perros, por lo general, buscan los sitios sombreados y frescos y evitan permanecer bajo el sol a altas temperaturas. Por esto, debemos evitar los paseos en las horas más calurosas del día para reducir el riesgo de sufrir un golpe de calor. Cuando estemos en la calle con altas temperaturas, refrescaremos la cabeza, el pecho y las patas de nuestra mascota.
Es importante tener a mano un bebedero portátil durante el paseo para que el perro se pueda refrescar, mientras que en casa tendremos siempre a su alcance agua fresca que iremos renovando si fuera necesario varias veces a lo largo del día.
Ese cambio de agua se debe a la mayor facilidad para desarrollarse de bacterias y algas en agua estancada con el calor. Otra solución es contar con una fuente que produzca movimiento continuo en el agua.
Los perros de colores claros o que tienen una piel especialmente sensible al calor necesitan más cuidados. Por lo que tendremos que protegerlos con alguna crema de factor solar adecuado, aplicándolo en hocico, orejas y otras zonas que puedan ser más sensibles al sol.
Existen, además, en el mercado chalecos refrigerantes que pueden bajar varios grados la temperatura del perro.
Hay razas de perro que llevan peor la regulación de la temperatura corporal debido a su fisionomía, se trata de los braquicéfalos (con el cráneo casi redondo) como el Bulldog o el Carlino, así como los cachorros o los perros más mayores. Cortar el pelo de ciertas razas de pelo largo, les ayudará en gran medida a regular su temperatura corporal, siempre que sea un perro apto para el corte. MUY IMPORTANTE!!!
La temperatura también está relacionada con la aparición de ciertos parásitos, aspecto del que hemos hablado en otras ocasiones y que se debe vigilar con algún producto específico.
Se debe tener en cuenta también, que buena parte de los golpes de calor se producen en coches. Esto supone que se debe accionar el aire acondicionado, bajar las ventanillas o procurar que el transportín de nuestra mascota esté refrigerada para procurar su bienestar. Además de tomar medidas como evitar que el perro se quede solo en el coche, que aún estando a la sombra y con las ventanillas entreabiertas puede subir rápidamente de temperatura.
En cualquier caso, si se produjese un golpe de calor hay que saber reconocerlo y combatirlo. El golpe de calor consiste en una elevación de la temperatura corporal del perro por encima de sus límites tolerables, pudiendo alcanzar los 42º. Los síntomas pueden ser jadeos, taquicardias, mucosas congestionadas, vómitos, diarreas y, en los peores casos, pérdida del conocimiento o shock.
Antes de acudir al veterinario se pueden tomar unas primeras medidas como colocar al perro en un lugar fresco y ventilado, bañarlo con agua fría y, si está consciente darle de beber agua fresca en pequeñas cantidades cada vez.
Actuar a tiempo puede ayudar a evitar secuelas como la falta de oxigenación en órganos como riñón, corazón, hígado... lo que podría suponer un empeoramiento progresivo en la salud del perro.
Desde Mónica Gómez deseamos que podáis disfrutar de un gran verano en compañía de vuestras mascotas y seguro que, si seguís estos consejos, así será.