Seguro que alguna vez has dicho aquello de “es igual que el dueño”. Y es que parece que esta afirmación tiene una razón científica. Hoy en Mónica Gómez desvelamos esta curiosidad canina. 

Un hecho que ha inspirado a escritores, fotógrafos y diversos estudios científicos.

Apariencia. A los seres humanos lo primero que nos atrae es la apariencia en la que buscamos algún tipo de conexción, atributo o característica que sea afin a nosotros. Lo mismo sucede con las mascotas.

Por ello a amenudo la gente busca mascotas que guardan cierta semejanza con ellos, una elección que a veces es deliberada pero que otras muchas es inconsciente.

Veamos una imagen de la fotografa Ines Opifanti

Imágenes de la campaña publicitaria de la marca de comida para mascotas Cesar Dog. 

El psicólogo Michael Roy, de la Universidad de California en San Diego, fue uno de los primeros en investigar en esta idea. Fotografío a perros y duelos y después pidió a un grupo de voluntarios emparejarlos. fue de los primeros psicólogos en investigar sobre esta idea. 

El resultado fue bastante preciso y real. Roy concluyó que la apariencia de las mascotas son elegidas en función de la nuestra ya que buscamos rasgos que encajen con los que nos son familiares.

Más tarde, la Universidad de California en San Diego realizó otro  estudio entre sus estudiantes que  llegó a publicarse en la revista Psychological Science. El experimento consistió en fotografíar por separado a 45 perros y sus dueños.

Después se presentó ante los estudiantes una imagen de una persona y dos perros de tal manera que el objetivo era emparejar a uno de ellos con el supuesto dueño. El acierto fue de 16 de los 25 expuestos.

Entre las conclusiones se afirmó que los perros mestizos no fueron identificados. El motivo según los investigadores se debe “a la selección que hace el propietario en el momento de adquirir animales de raza, donde los dueños eligen en función de semejanzas físicas o rasgos de comportamientos comunes”.

Estilo y personalidad. Muchas personas eligen a sus perros en función de su estilo de vida o personalidad. Por ejemplo una persona deportista es probable que eliga una raza de perro con una constitución robusta y atlética, canes que sean activos y le puedan acompañar en su deporte diario.

El ejemplo más claro es el de Paris Hilton entre sus mucas mascotas tiene un pequeño pomerian y un chihuahua, unas razas delicadas, que parecen peluches o juguetes a la que se le puede vestir con joyas y “trapitos”. Una viva imagen de la modelo estadounidense.

Si una persona es introvertida, lo más seguro es que su mascota presente esa apariencia tímida e insegura, siempre al lado de su dueño.

Y tú perro... ¿se parece a ti?